Primera tumba a la derecha (1/8)

¡Hola! Tras un laaargo larguísimo tiempo sin publicar nada ni responder a los comentarios ni pasarme por blogs (básicamente, todo lo que los exámenes me impiden hacer)...¡he vuelto! Y nada más ni nada menos que con la reseña de un libro que me terminé hace muy poco y que creo sinceramente que deberíais leer. 

Autor/a: Darynda Jones

Precio: 9,95 euros

Saga: Charley Davidson

-Primera tumba a la derecha

-Segunda tumba a la izquierda

-Tercera tumba todo recto

-Cuarta tumba bajo mis pies

-Quinta tumba más allá de la luz

-Sexta tumba en el borde

-Séptima tumba y ningún cuerpo

-Octava tumba tras la oscuridad

Editorial: DEBOLSILLO

Nº páginas: 346

ARGUMENTO (de la contraportada)

Charley Davidson es detective privado ocasional y ángel de la muerte a tiempo completo. Es decir, ve a los muertos. En serio. Y su trabajo es convencerlos de que vayan hacia la luz. Pero cuando estos difuntos han muerto bajo circunstancias poco ideales -por ejemplo, asesinados-, en ocasiones quieren que Charley enchirone a los malos. Y luego están los sueños. Sí, esos sueños intensamente calientes que le han impedido dormir en semanas y que están protagonizados por un sujeto que la ha acompañado durante toda su vida y que parece que no está tan muerto después de todo. De hecho parece que es algo completamente diferente a lo que está acostumbrada a ver. Pero, ¿qué es lo que quiere de ella? Y, ¿por qué ella es incapaz de resistirse? Y sobre todo, ¿qué puede llegar a perder si se rinde a su deseo?

Gemma siempre fue una estudiante de sobresaliente. Yo una estudiante de notables...de notables esfuerzos por darlo todo. A Gemma le iban las ciencias; a mí, saltarme las clases. A Gemma se le daban bien los idiomas; a mí se me daba bien el italiano macizorro que vivía calle abajo. 

ARGUMENTO (hecho por mí)

¿Quién no ha oído alguna vez eso de "los muertos van a la luz"? Bien, pues Charley Davidson es la luz. Y eso básicamente quiere decir que los difuntos tienen que cruzar a través de ella para llegar al otro lado. Cuando tiene suerte, simplemente le dejan mensajes para los familiares y cruzan. Pero otras veces deciden quedarse y atormentarla, como el difunto del 2ºB, un viejo verde que tiene cierta obsesión por colarse en su baño mientras ella se ducha. Y en otras ocasiones, -quizá demasiadas- cuando mueren en circunstancias extrañas, se quedan para que ella busque a sus asesinos. Sienta sorprendentemente bien ver cómo enchironan al tipo que te mató. 
Le dicen un nombre, ella encuentra a la persona y la mete en prisión. Así de fácil. Aunque no siempre es así. Muchas veces, ni siquiera los muertos saben quién los asesinó. Y ahí es cuando todo se complica...

Mejor ver muertos que estar muerto.

Por si esto no fuera suficiente trabajo, Charley es detective privado, lo que le permite estar en contacto con el cuerpo de policía y ayudarle en sus casos (bueno, que la dejen colaborar también tiene algo que ver con que su tío, que es inspector de la poli, conozca su habilidad y la enchufe de vez en cuando). 

Pero la cosa tampoco acaba ahí. Por si acaso ver muertos y perseguir a los malos aún fuera poco, Charley lleva toda su vida viendo a dos personas (por llamarlas de alguna manera, porque no están ni vivos ni muertos): uno, al que llama el Malo Malísimo, aparece cada vez que se encuentra en peligro, acabando con todo el que intenta hacerle daño. El otro protagoniza sus sueños más...bueno, más...tórridos  eróticos  pornosos especiales. 



OPINIÓN PERSONAL 


Bien...¿por dónde empiezo? Supongo que lo normal es comenzar por la primera página, pero no es que haya mucho que contar sobre ella. Es un comienzo...tórrido  erótico  pornoso especial. 

Tras este extraño inicio (os recomiendo que no rechacéis el libro solo por estas escenas, porque la verdad es que la novela merece la pena) llega lo bueno. Charley se despierta totalmente dolorida tras recibir una paliza del marido de la mujer a la que ha ayudado a huir (se toma su trabajo como detective privado muy en serio). En un principio, puede parecer una chica del montón, pero no lo es en absoluto. Tiene dos particularidades: la primera, que tiene, textualmente, la capacidad de atención de un mosquito; y la segunda y más importante, que es un ángel de la muerte. No uno siniestro con capa negra y guadaña, sino uno de lo más divertido y original. Esto significa que puede ver a los muertos y hablar con ellos, incluso tocarlos, lo que puede ser muy útil para resolver casos de asesinato (lo de hablar, no lo de tocarlos). 

Sabes que padeces trastorno de déficit de atención cuando...¡Mira! ¡Un pollo!

Charley ha ido subiendo puestos poco a poco en mi lista de personajes favoritos, hasta alcanzar una posición bastante buena. Sus pensamientos y los diálogos que mantiene (tanto con vivos como con muertos) son muy graciosos y lograron hacerme reír más de una vez. Ella es como un Will Herondale en femenino, capaz de decir las cosas más inapropiadas y a la vez más divertidas en cada momento. De ser por mí, llenaría esta reseña de citas, pero desgraciadamente son demasiadas como para poder ponerlas todas.

-Mi delantera, como tú la llamas, tiene nombre.-Señalé mi pecho derecho.-Este es Peligro.-Luego el izquierdo.-Y este es Will Robinson. Apreciaría que te dirigieras a ellos como es debido.

La historia de Reyes me ha gustado mucho. Vamos descubriendo poco a poco muchas cosas sobre él, pero estoy convencida de que aún así todavía no sabemos lo suficiente. No es que me hagan mucha gracia las escenas de sexo con un ser que nadie más puede ver, pero tampoco he bajado mi puntuación del libro por eso. 

Me he llevado muchísimas sorpresas con este personaje (tiene nombre de mujer xD) a lo largo de la novela, sobre todo al final. Se sucedían una tras otra, sin dejarme tiempo para asimilar las anteriores. Y cuando al fin Charley descubre qué es exactamente Reyes...bueno, sé que debería haberme chocado mucho, pero lo cierto es que Valquiria ya me lo había contado, así que ya lo tenía asumido. Aún así, me resultó muy raro, sobre todo porque eso ya son palabras mayores y la historia podría tomar ahora otro camino. 
Si os soy sincera, me gustaba más Garrett para Charley que Reyes (no me matéis), porque aunque la mayoría de las veces no se llevaran muy bien, se notaba que había algo entre ellos. O al menos eso pareció en muchas ocasiones. A mi juicio, el problema de Reyes es que la relación que tiene con Charley es meramente física (bueno, el tío es incorpóreo e invisible para los seres humanos corrientes, pero creo que entendéis a qué me refiero). Ha habido muy pocas conversaciones entre ellos (solo al final, en realidad), porque las veces que estaban juntos se dedicaban a otras cosas. Así que no, no puede ser un amor demasiado real (eso si es que se puede llamar amor, porque no tengo muy claro qué es lo que tienen ellos dos). 

Lo importante en la vida no es encontrarte a ti mismo. Lo importante es el chocolate. (Camiseta) 

En cuanto a la historia de Primera tumba a la derecha en sí...Esta novela se centra en el asesinato de tres abogados: Sussman, Barber y Elizabeth Ellery (imagino que en cada libro habrá crímenes distintos). Estos personajes me han caído bastante bien, aunque no se les da tanto protagonismo como debería. Sussman, por ejemplo, sale mucho al principio, al ser el primer difunto, pero luego, poco a poco va perdiendo importancia, hasta que llega un momento en que deja de aparecer y se queda en paradero desconocido. 
Me dieron muchísima pena los tres abogados, porque...bueno, porque estaban muertos, pero sobre todo porque seguían allí, y tuvieron que ver a sus familias sufrir. Así que sí, me habría gustado que revivieran (seguro que Magnus Bane habría podido hacer algo por ellos) , pero al comprender que eso no pasaría, me dediqué a desear que cogieran al malo. Y aquí es cuando la cosa se empieza a complicar, porque si bien tengo que decir que el libro me ha gustado mucho, también debo reconocer que la parte policíaca me confundía un poco. Nos daban cada vez más y más nombres, muchos de los cuales ni siquiera parecían relevantes, porque salían solo una vez, y a menudo tenía que pararme a pensar quién era quién y qué tenía que ver con el asesinato. Era una historia muy liosa, y al final la verdad es que no me terminó de convencer (en serio, odio cuando el malo es un personaje que no ha salido nunca antes). En mi opinión, la autora le dio muchas vueltas a la investigación del crimen, cada vez metiendo más complicaciones, y luego todo se resolvió en unas páginas metiendo a un personaje nuevo. ¿No había ya suficientes? ¿No podía ser el malo uno de los que ya había? FIN SPOILER

Aunque supongo que esto es porque Darynda Jones se ha centrado más en los protagonistas y su evolución (como Charley y Reyes) que en el desarrollo de la investigación criminal (que tampoco digo que esté mal, solo que es confuso). 

Tampoco puedo decir nada malo de la narración, que no solo es impecable sino que además está llena de sarcasmo y comentarios irónicos. En serio, que el libro esté narrado en primera persona por Charley ha sido un puntazo. 

-Me dijo que se llamaba Lois Lane.-Al parecer se lo había creído. Qué penita de hombre.  

En definitiva, es un libro que me ha gustado mucho y que os recomendaría, aunque por lo que veo va a ser una serie larga (ya va por el camino de Pequeñas Mentirosas). Por suerte, tengo el segundo esperando en la estantería, así que en cuanto pueda lo cogeré. 

Y para acabar, os dejo otra cita...

-Vaya...-dijo Sussman.-Estás como un tren, a pesar de las leves transfiguraciones.    Me detuve para volverme hacia él.                                                                              -¿Qué has dicho?                                                                                                          -He dicho...¿Que estás como un tren?                                                                         -Deja que te pregunte una cosa.-le dije mientras me acercaba a él. El tipo dio un cauteloso paso atrás.-Cuando estabas vivo, hace unos cinco minutos, más o menos, ¿le habrías dicho a una chica que acabas de conocer que está como un tren?             Lo pensó un momento antes de responder.                                                                  -No. Mi esposa me habría pedido el divorcio.                                                           -En ese caso, ¿por qué los tíos tenéis la equivocada idea de que podéis decirle lo que queráis a quien queráis desde el momento en que morís?                                Aquello también se lo pensó un momento.                                                                  -¿Porque mi esposa no puede oírme?-sugirió.