martes, 18 de agosto de 2015

¡Nueva cabecera!

Hey, ¿qué tal lleváis el verano?
Como sabréis (o supondréis, puesto que desaparezco por largos períodos de tiempo), tengo una conexión a Internet inestable, así que no puedo subir las entradas que me quedan pendientes o comentar en vuestros blogs. En todo caso, muy pronto acabarán las vacaciones, y cuando recupere mi Internet normal podré ponerme al día...
Por hoy, y aprovechándome excepcionalmente del WiFi ajeno, os quería enseñar cómo ha quedado el blog tras unos cambios. 


Tenía las suficientes herramientas (Paint, una acuarela de un pájaro guardada en la galería y mucho tiempo libre) como para crear una nueva cabecera, ¡y aquí está!

Sí, se ve claramente que mis capacidades artísticas son muy limitadas, y quizá la otra cabecera (fruto de la paciencia de Valquiria), estuviera mejor, pero necesitaba emplear mi tiempo en algo...
Me he tirado 3 horas cambiando el tamaño, añadiendo elementos, quitando, guardando una y otra vez en el escritorio como "Imagen 14", "Imagen 15"...¿Y sabéis qué? Al final resulta que sí que valía la "Imagen 1". 
Un cambio menor: el color principal, que antes era el verde, es ahora el rojo (lo raro es que no soy consciente de haber hecho este cambio).


Sé que no es un diseño maravilloso, pero lo cierto es que estoy bastante satisfecha. Me ha costado lo suyo, y me gusta el resultado. Espero que a vosotros también :)


sábado, 8 de agosto de 2015

Starters (1/2)


¡Hola! ¡He vuelto! Pero no por mucho tiempo, porque mañana me voy de nuevo a la playa. Con suerte, podré chupar del Internet de algún vecino comprar un router de forma totalmente legal para pasarme por vuestros blogs.
Esta vez os traigo la reseña de Starters, la primera parte de una bilogía. Lo que no me hace la menor gracia es que parece que no hay ninguna intención de traducir Enders al español. He visto por ahí, ahora no recuerdo dónde, que lo han traducido al francés y al alemán. ¿Por qué al español no? *llora*.

Autor/a: Lissa Price
Precio:  5,95 euros
Saga:  Starters & Enders
Starters
Enders
Editorial: Destino
Nº de páginas: 316


ARGUMENTO (de la contraportada)

Una chica ante una elección aterradora. 
Y, ¿sus padres? Muertos
¿Su hermano? Enfermo
¿La solución? Que le paguen para ser otra persona
¿En quién puede confiar? En nadie 

Callie perdió a sus padres cuando las guerras de las Esporas aniquilaron a todos los que tenían entre veinte y sesenta años. Ella, su hermano pequeño, Tyler, escaparon, y ahora son starters, adolescentes que viven en la calle como vagabundos y luchan por sobrevivir. La única esperanza de Callie es Destinos de Plenitud, una inquietante empresa en Beverly Hills dirigida por un ser misterioso al que llaman el Viejo. Él contrata adolescentes para que alquilen sus cuerpos a los enders, ancianos que quieren volver a ser jóvenes. Callie, desesperada, se hace donante. Pero el neurochip que lleva en la cabeza se estropea y despierta en la ostentosa vida de la ender que ha alquilado su cuerpo: vive en una mansión, conduce coches de lujo, e incluso sale con el hijo de un senador. Es una vida de cuento...Hasta que descubre que pretenden hacer mucho más con su cuerpo que salir de fiesta, y que los planes de Destinos de Plenitud son más siniestros que la peor de sus pesadillas. 

El cerebro, nada menos. Probablemente mi parte favorita del cuerpo. Nadie se quejaba de tener un cerebro gordo. Nadie acusaba nunca al cerebro de ser demasiado bajo o demasiado alto, demasiado ancho o demasiado estrecho. O feo. Funcionaba o no, y el mío funcionaba perfectamente. 


ARGUMENTO (hecho por mí)

Tras la Guerra de las Esporas, solo sobrevivieron aquellos que habían sido vacunados; es decir, los enders (ancianos) y los starters (niños y adolescentes). 

La vida es dura para los starters, puesto que no se les permite trabajar, no ganan dinero, y la mayoría no tiene abuelos que cuiden de ellos. Callie, por si fuera poco, tiene que hacerse cargo de su hermano pequeño, que está muy enfermo.
Sabiendo que no tiene muchas más opciones, y desesperada por conseguir algo de dinero, se inscribe en Destinos de Plenitud. Mediante un complicado proceso, conectan su cuerpo a la mente de una ender. El cuerpo de la anciana permanece durmiendo en una sala, mientras controla el de Callie. Del mismo modo, la mente de la chica está dormida, incapaz de entender lo que está pasando. Todo está planeado, pero algo falla...


OPINIÓN PERSONAL

Este libro ha sido, sobre todo, una sorpresa. No esperaba nada de él (no había leído ninguna reseña, en la librería le habían bajado el precio porque no lo compraba nadie y estaba medio escondido en el estante más alto). Si lo compré fue más que nada por la rebaja, y porque el argumento siempre me había llamado la atención (pero, como no era de los libros que más quería, siempre lo dejaba pasar). 
Así que me lo llevé a casa sin demasiadas expectativas, pero dispuesta a darle una oportunidad. Me ha encantado. 

Lo primero que debo mencionar es su portada. Quizá no sea la más bonita que se haya visto nunca, pero el color blanco, los circuitos y la chica con los ojos de distinto color la hacen especial.
Desde el principio, el libro es muy entretenido. La autora empieza a introducirnos en la vida de Callie, su hermano pequeño Tyler y su amigo Michael. Viven en la calle, pasan frío y hambre, roban y se involucran en varias peleas. Su vida básicamente consiste en huir de la policía y, lo que es más difícil, de la muerte.
Lissa Price hace que nos metamos de lleno en la vida callejera, la suciedad, la falta de recursos. Y entonces, nos presenta una solución: Destinos de Plenitud, una organización que alquila cuerpos jóvenes por muy buen precio. 

Presenciamos la transformación física de Callie (todos los cambios a los que la somete el banco de cuerpos para hacer de ella un "producto" atractivo). Todo esto sucede en muy pocas páginas, y consiguió que no despegara la vista de la novela. 
Cuando Callie comienza su tercer alquiler, empieza lo bueno. No debería haberse despertado, pero lo hace, y el lector se pregunta con ella qué ha podido pasar y qué debe hacer a continuación. Seguí pasando las páginas muy deprisa mientras Callie se adaptaba a su nueva vida, fingiendo ser una anciana que fingía ser una adolescente (es lioso).

¿Se habría planteado Cenicienta en algún momento confesarle la verdad al príncipe, aquella noche en que estaba disfrutando tanto el baile, disfrazada? ¿Pensó en algún momento en decirle: Oh, por cierto, Príncipe, la carroza no es mía, la verdad es que soy una insignificante criada que va sucia y descalza y que está aquí de prestado?

Si bien Callie había recuperado la conciencia, la perdía de vez en cuando, y entonces la anciana arrendataria recuperaba el control de su cuerpo. Y ahí se queda el lector, desorientado, preguntándose por qué narices la chica vuelve en sí con una pistola en la mano.
Como os habréis imaginado, la mujer que alquila a Callie no tiene los típicos planes de jugar al tenis o hacer natación, sino unos mucho más oscuros. Así, a simple vista, no parecía que lo que quería hacer fuera correcto, pero he leído ya mucho, y mientras Callie intentaba sabotear los planes de su arrendataria, no dejaba de pensar: "Verás, luego esta mujer va a tener razón. Luego se descubrirá que es buena y no está tan chiflada como parece. Es lo que acaba pasando siempre."
¿Acerté? Ni siquiera yo lo tengo claro. Lissa Price ha conseguido que su novela esté llena de giros inesperados, y lo que ahora puede parecer bueno, resulta siendo malo, y luego bueno otra vez, y luego malo...
Si queréis saber más, tendréis que ir a la librería más cercana y comprar el libro.

La historia está muy bien pensada. He leído muchas distopías, y todas suelen seguir el mismo patrón: chica obediente que nunca ha osado enfrentarse al sistema, conoce chico, se rebelan. Casi siempre. Starters es diferente. También es una distopía, pero se sale de este molde completamente. 
El argumento, además, me parece muy original. No es un tema que esté muy trillado; ni siquiera uno del que haya oído hablar antes. ¿Ancianos en cuerpos de niños? Quizá no compartáis mi opinión, pero yo lo veo un argumento de lo más innovador. 

No había sido feliz en mucho tiempo. Mucho tiempo desde que la vida solo era brillo de labios y música y amigas tontas. Mucho tiempo desde que mis mayores preocupaciones eran si habría un examen o si me habría olvidado de los deberes. Mi objetivo era estar más segura, más libre, más viva. 

El libro tiene de todo: acción (y mucha), amor (ahora que he terminado de leer no sé qué pensar sobre este punto, pero como no quiero hacer spoiler, digamos que lo tiene...) y misterio (me he quedado con las ganas de descubrir la identidad del Viejo). 


En cuanto a los personajes, no hay mucho que decir. Callie me caía bien. Era valiente y muy protectora con sus seres queridos; y de verdad que admiro esas características. Además, conseguí entender la mayoría de sus decisiones, y no recuerdo que me pareciera en ningún momento una protagonista estúpida, lo cual es un puntazo. 
Michael y Tyler me resultaron prácticamente indiferentes. Del primero sabemos muy poco, por no decir nada (¿historia de su familia? ¿cómo llegó a unirse a ellos? ¿miedos/sueños/deseos?) y del segundo...Supongo que debería sentir algo por un niño enfermo de siete años, pero, aparte de un poco de pena, no llegué a congeniar con él. 
Sin embargo, mi personaje favorito era, sin duda, Sara, una niña de doce años encerrada en una prisión con un serio problema de corazón. Es la clase de personaje que quieres abrazar y volver a abrazar y, cuando la hayas soltado, volverla a abrazar...Y no sé, sacarla de esa institución horrible y decirle que todo saldrá bien. Si lo leéis, me entenderéis (espero). Era tierna, dulce, cariñosa, simpática, entrañable, y lo que hace para ayudar a Callie dice muchísimo más de su personalidad de lo que sabemos de la de Michael.
El Viejo, por su parte, era detestable no, lo siguiente. Creo que mi odio exacerbado se debe, sobre todo, a la frustración por no saber quién era. Cualquier personaje que se oculte tras una voz metálica y una máscara con un collage electrónico tiene que caerme mal. 

Si algo falla en este libro es la ambientación. Bueno, no la ambientación en sí, sino su historia. Nos metemos en una sociedad en la que solo hay ancianos y niños a causa de una guerra. ¿Cómo surgió la guerra? ¿Cuáles eran los bandos? ¿Por qué peleaban? ¿Quién ganó? Como el libro transcurre un año después de que dicha guerra acabara, entiendo que no es esencial para entender la historia conocer todos estos detalles, pero dado que fue la guerra la que dio lugar a esta sociedad extraña, me gustaría saber más. 
Tampoco entiendo la mentalidad de los habitantes de la ciudad antes de la guerra. 

"Va a estallar un conflicto, se lanzarán esporas, morirán todos los que no estén vacunados...Hum...Vacunemos únicamente a los niños y a los ancianos, que son los más frágiles". 
Vale, perfecto. Es correcto vacunarlos, pero...¿A NADIE SE LE OCURRE PENSAR QUE SI LOS QUE NO ESTÁN VACUNADOS MUEREN VAN A DEJAR UNA SOCIEDAD DE FRÁGILES? Sentido común, señores. Quizá hubiera sido prudente vacunar a algunas personas de edad intermedia, solo por si acaso. 
Y, por otra parte, ¿de verdad? ¿No sobrevive ni uno? ¿Mueren todos y cada uno de los adultos no vacunados? ¿Pero qué clase de esporas son esas? ¿Alguien me lo explica? De hecho, ¿alguien me explica algo de la guerra? 
Por suerte, a medida que avanza el libro, la autora hace algunas referencias a la vida de antes y, también, brevemente, a la enfermedad de los padres. Eso es algo que se agradece, pero echo de menos más información (quizá nos la proporcione en el siguiente libro). 

El final es confuso. Se estaba solucionando todo, parecía que el libro incluso podía ser autoconclusivo, y de pronto ¡PAM! Giro inesperado. Quizá debería haberlo visto venir, pero en mi defensa diré que la novela tiene mucha acción; no tuve tiempo para pensar bien en esa parte. Me sorprendió mucho, y sobre todo, me disgustó profundamente. No en el sentido de que no me gustara ese final, o que no estuviera bien escrito, sino en el sentido de "el hotguy al que Callie besaba era un maldito arrendatario. IUGGGGH". Las últimas páginas me mantuvieron en vilo. Una vez descubierto esto, no paré hasta terminar el libro. Parecía que la escritora nos daba una pequeña tregua, pero enseguida volvió a la carga. La última página es una bomba a punto de ser detonada. Y ahí se queda todo. Sin detonar ni desconectar. Enders podría ser una continuación magnífica o un final decepcionante. De verdad que espero que sea lo primero, porque sería una pena cargarse un libro así. 

Solo por si no ha quedado claro, me ha encantado. Puede que solo haya sido porque no esperaba nada especial, pero el libro ha conseguido abrirse paso en la lista de mejores lecturas de 2015. 
Aunque sea en inglés, me haré con la segunda parte. 
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